No habrá intento de volver antes de fin de año, pero tampoco bajará los brazos. Su cabeza empieza a posarse en el año próximo. Es una semana incómoda en todo sentido para Gaudio. La bota ortopédica dificulta todos sus movimientos porque no puede apoyar el pie lesionado y el tratamiento de kinesiología que requiere su esguince grave con rotura de dos ligamentos laterales del tobillo derecho, al no operarse, es bastante invasivo.
Sin embargo, el jugador no piensa dar un paso al costado. Ya estuvo conversando con su entrenador, Franco Davin, sobre la pretemporada que encarará cuando termine con la recuperación del tobillo. Y, por supuesto, piensa intentar el año próximo volver a jugar al nivel que le permita entrar en una cancha con felicidad.
Informe: La Nación
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