¿Y AHORA QUE VAS A HACER NEGRA?

Cuentan sus allegados que, al ver el nivel de la mayoría de las jugadoras nuevas, Paola Suárez aseguró a principios de año que podía meterse entre las mejores 50 en cuestión de meses. Los planes del revival tenístico debieron ser abortados cuando persistieron los dolores en el cuerpo. Durante la gira en Indian Wells y Miami dijo basta; y se fue retirando de a poco.

"Desde que lo decidí, no me lesioné más. Es que jugué poquito. Todo empezó con la cadera, en 2005, pero me retiraron los gemelos. Se me acalambraban. Es el día de la fecha que no sabemos lo que pasó", dijo la Negra en charla con Olé.

"Sé que será difícil empezar una vida diferente. El tenis me ha quitado muchas cosas, como el viaje de egresados, cumpleaños y momentos con los míos, pero yo decidí que ésta iba a ser esa etapa. Tengo 31 años y ahora quiero hacer otras cosas. Por el cambio brusco es que me retiré de a poco", explica Paola en el bar del Buenos Aires Lawn Tennis, a metros de las ocho copas de Grand Slam que logró en compañía de Virginia Ruano Pascual.

—¿Cómo son los días estando retirada?

—Todo es muy reciente. No tuve mucho tiempo libre, hice cosas personales en España y el casamiento me tiene ocupada (NdeR: en enero se casará con Francisco, asturiano él). El cambio importante es que podré planificar. Saber que en un mes tengo que hacer algo y que no coincida con un torneo, o que no deba acostarme temprano... Es algo a lo que no estoy acostumbrada.

—¿Cuánto hace que no tocás una raqueta?

—Desde el US Open. El doble mixto fue la última vez.

—Nunca vas a volver, al estilo Davenport.

—Y... nunca digas nunca, pero creo que no. Me retiré paulatinamente para no querer volver. Creo que mi tiempo en el tenis pasó.

—Y todavía no te dieron ganas de jugar...

—Todavía nada. Calculo que más adelante, para alguna exhibición, habrá que entrenarse un poquito, ¿no? Pero hoy no tengo ganas.

—¿Chau dieta?

—Jajaja. Me doy más gustitos que antes, pero no quiero engordar. Las mujeres sabemos cuidarnos...

—¿Te acordás cuando hablabas de ser presidente? ¿Lo decías en serio?

—Sí, y todavía lo veo como un sueño. Pasa más por las ganas que tengo de ayudar a la gente, a resolver cosas en nuestro país.

—¿El proyecto de poner un comedor infantil sigue vigente?

—Hace un año y medio que soy madrina de un comedor en Pergamino. La idea es abrir más comedores.

—¿Conociste a los pibes?

—No. Hablo siempre con la chica encargada, pero a fin de año habrá una cena, conoceré a los nenes y voy a ocuparme de ellos como una madrina debe hacerlo. Para el futuro ayudaré a recaudar fondos. Tengo pensado hacer una exhibición en Pergamino para ellos y obviamente dar ropa mía, generar rifas, etcétera.

—Hablabas de incursionar en la tele también...

—Quiero hacer algo con el tenis, no sé si a nivel academia, a nivel comentarista, tratar de hacer torneos... Son pensamientos, debo organizarlos. Tener un programa de TV me gustaría.

—¿Sobre?

—Me gustaría mostrar lo que pasa en el tenis desde otro punto de vista. Lo que nadie se entera: cómo son las horas de espera, las comidas, los entrenamientos, qué se siente cuando estás lejos de casa... En la tele sólo se muestra cuando jugamos los partidos. Al margen de eso, hay muchos factores que se tienen que coordinar para rendir. También quiero ver el tema de la academia de tenis, pero tendré que hacer consultas sobre eso a gente que ya tenga. No es algo que se hace de un día para el otro.

—Respecto de tu carrera, hay posiciones encontradas. Se dice que no se te reconoce tanto, pero vos alentaste el bajo perfil...

—Sí, tuve la culpa de no atender a la prensa, de no exponerme tanto. Era mi forma de ser ante el público, reservada. Es el lugar que elegí para mi carrera.

Fuente: Olé